martes, 22 de marzo de 2011

TRATAMIENTOS HORMONALES EN LOS PROBLEMAS FEMENINOS

Como hombre no me siento muy autorizado a dar consejos a las mujeres en lo referente a varios problemas relacionados con sus sistemas reproductores y procesos biológicos.
Por otro lado, observo que el sistema médico es muy machista y las mujeres se dejan gobernar por médicos varones y por médicos mujeres que siguen doctrinas machistas que predican una visión de la salud que me desagrada y considero muy peligroso, aunque salve vidas, pues por otro lado, me parece que crean muchos más problemas que los que ayuda a paliar.
En más de 33 años de macrobiótica, en compañía de mis queridas amigas y hermanas, las mujeres, he podido observar en muchas de ellas la resolución simple de diversos problemas, tales como: menstruaciones muy dolorosas, quistes en diversos sitios y fuertes reacciones de la menopausia.
Estos problemas se han resuelto simplemente, de un modo muy barato, sin salir de casa a ningún centro médico y en muy poco tiempo, generalmente.
Los métodos han sido más de “no hacer” que de hacer cosas aparatosas, caras y complicadas.
También he observado a distancia los testimonios de mis amigas macrobióticas.

PASO 1: Más psicológico y lógico. Pensar que esos problemas aparecen porque el cuerpo busca limpiarse de tóxicos y, en casos de muchos excesos, las reacciones pueden doler y mostrar calores, picores y otros síntomas. El cuerpo es un amigo, no un enemigo al que hay que matar con guerra química o mutilaciones. Hay que observar, comprenderlo con paciencia y ayudarlo con cariño en vez de atacarlo.

PASO 2: Identificar como se han acumulado esos tóxicos y evitar que sigan acumulándose.   Esto es un proceso más difícil pues supone librase de muchos engaños e ilusiones a los que se aferran las emociones. Por ejemplo, que la leche es algo perfecto en vez de pensar que la leche de vaca y sus derivados, que se publicitan y se consumen masivamente en la sociedad moderna, son, en realidad unos grandes acumuladores de tóxicos. Igualmente podemos decir del azúcar, chocolate, refrescos, pastelería y bollería llenos de grasas saturadas y otros varios productos de la industria alimentaria moderna artificial.  No hay escapatoria. O se enfrentan a estos apegos a engaños o, antes o más tarde, toca pasar por los sistemas caros y complicados, guerra química y mutilaciones sin haber comprendido nada, sin conocerse más y con más miedo a la vida y al propio cuerpo que antes de los síntomas.
El paso 2 conlleva que alguien informe bien, con buenos argumentos que lleven a reflexionar. Un amigo/a que se interese en ayudar y cuidar tu naturaleza de mujer en vez de tus apegos, regalándote bombones y palabras amables y sentimentales, por ejemplo. En concreto, hace falta un buen profesor o terapeuta macrobiótico (Mucho mejor que un médico macrobiótico que te receta, te cobra mucho y no te hace comprender ni se interesa por tu libertad de la ignorancia).
Superar las contradicciones con lo que predica el gran negocio de la medicina alopàtica y sus sistemas de publicidad masiva puede ser un camino difícil si el entorno íntimo social y familiar no comprende lo mismo y ayuda. A veces, eso puede suponer cambiar de amistades y distanciarse de la familia. De todos modos, en la vida moderna cada vez ocurren más estas cosas, sin la conciencia de que esté la salud y la vida en juego.
Los tratamientos hormonales pueden paliar algunos síntomas temporalmente, pero si no se ha resuelto la causa suelen aparecer efectos secundarios y problemas más complicados a largo plazo.
Entre los productos nutricionales más perjudiciales para el buen funcionamiento hormonal de las mujeres está el consumo cotidiano de azúcar, leche de vaca y derivados, huevos y carnes de animales alimentados en procesos industriales, con hormonas, antibióticos y piensos artificiales.
Tras el paso 2 viene el 3, que es dar instrucciones según la capacidad de la persona, para que puedan ser entendidas y puestas en práctica.
En estos casos, de modo genérico, casi siempre funciona muy bien un tratamiento a base de compresas de jengibre, o baños de asiento, aparte de uno o varios días con la dieta nº 7 o la nº nº6 (arroz integral y sopa de miso) o la 5, añadiendo a la nº 6 algunas verduras de raíz. Esto es relativamente fácil de poner en práctica y, tras un corto tiempo, se estará en condiciones físicas y mentales de aprender más y practicar de un modo más amplio.
Si hay mucha adicción al azúcar, chocolate, leche, etc. y parece muy duro y aburrido de consumir lo anterior, aunque sea fácil de hacer, se puede empezar con caldos de verduras dulces, purés de raíces dulces, amasake y otras cosas que entren más fácilmente. Tras un corto tiempo se pasa la ansiedad de dulces y se puede empezar la dieta estándar macrobiótica variada. El amasake.. al menos el que yo hago con koji de trigo germinado... Está muy rico, entra muy fácil, se digiere y nutre muy rápido,  y suele dar muy buen resultado en sofocos y otras reacciones. Recomiendo aprender a hacerlo en casa.
El resultado del paso 3 ha de ser un alivio rápido de molestias y dolores y una gran satisfacción de haberlo conseguido sin medicamentos ni dependencias complicadas y esclavizantes. También en un aumento del deseo de aprender y aumentar esa libertad.

El paso 4 es sujetar fuerte esa semilla de gozosa libertad recién descubierta, cuidarla y hacerla multiplicarse hasta tener nuestra salud y la de nuestros hijos en nuestras manos, nuestra mente y nuestra cocina. Ver el glorioso camino de desarrollo de mujer que se tiene por delante y ponerse decididamente a cultivarlo en una misma, por encima de asuntos más sociales, profesionales, culturales, etc. que son importantes, pero menos transcendentales que la libertad de hacerse a una misma a partir de controlar la propia salud y el amor en las sencillas cosas cotidianas.
Para instrucciones y recetas dejo el acceso a mis amigas macrobióticas que tienen excelentes blogs... y también de los amigos macrobióticos, aunque en temas de mujeres me gusta más que ellas tomen la iniciativa pues los hombres las podemos amar, pero nunca las llegamos a comprender demasiado y no es nuestro trabajo manipularlas según nuestras opiniones, como hace la medicina alopática.

1 comentario:

  1. Te agradezco enormemente tu artículo que me ha sabido a poco... Gracias mil!!!

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