La reacción más habitual, de mucha gente, a la primera señal de cualquier sensación que nos parece desagradable o dolorosa es atacar. Hacer desaparecer esa sensación sea como sea.
Esto es una respuesta automática de agresión o represión a una parte nuestra, a nuestro cuerpo y mente, que se está liberando de sustancias, ideas y emociones que son indigestas y no se integran a nuestra naturaleza humana.
La propuesta de ir al origen o causas de los síntomas o resultados que aparecen a nuestro presente conlleva comprensión, valor, paciencia, intuición espabilada y otras cualidades.
En principio no tenemos estas cualidades en buenas condiciones, pero gracias a la oportunidad que nos ofrece una dificultad + la transmisión directa de las cualidades que han desarrollado otros, podemos generarlas y desarrollarlas.
Las prácticas macro llevan, en principio, una intención de ayudar, en vez de atacar. Ayudar al cuerpo a eliminar lo que no le es natural. De ese modo no sólo se solucionan los síntomas sino también las causas físicas y la ignorancia que nos hace vivir sin control.
A su vez se pretende dejar de consumir o equilibrar los excesos de consumo que provocan esos trastornos, sea ello consumo físico o mental.
Las enseñanzas de adiestramiento mental del budismo apunta a tener esa actitud de no atacar síntomas, como se muestra en el siguiente texto:
BUDISMO:
"Cuando un dolor insoportable nos aflija... Es la rueda de las armas afiladas que nos vuelve lo que hemos sembrado o impulsado en el pasado".
La oración que hace un budista es:
"Mis deseos han sido escuchados, pueda todo el dolor y el sufrimiento de todos los seres madurar en mí y pueda toda mi salud y virtud madurar en ellos”.
Cuando empezamos a practicar macrobiótica pueden aparecer diversas reacciones de eliminación, tanto a nivel físico como mental. Estas reacciones son de desear pues son basuras que ya no se transformarán en el futuro, en formas de cáncer, osteoporosis, discusiones, etc.
Quizá no comprendamos muy bien las reacciones que aparecen. En algunos casos se tiene una confianza intuitiva que vence sin graves dificultades los síntomas (enfermedades).
Otras veces no podemos y tenemos que ir más despacio, estando más tiempo en manos de médicos, gurús, y ayudas externas de todo tipo, hasta que reúnimos suficiente energía, confianza, comprensión, valor, conocimiento, etc. No se puede hacer otra cosa.
El cristianismo sugiere otra actitud similar.
CRISTIANISMO: “Amad al enemigo” “Poned la otra mejilla”, etc.
Aunque no sepamos mucho, tenemos una sabiduría corporal natural, más o menos atrofiada o desarrollada.
Cuanto más espabilada está esta sabiduría instintiva mejor capacidad de autosanarnos y equilibrarnos tendremos, sin reacciones de miedo y agresión a cualquier síntoma que aparezca. Se tiene la sensación de estarse librando de algo sin hacer nada. La naturaleza hace el trabajo(En Dios confío…) Nuestro trabajo consiste en contrarrestar los conceptos de rechazo y miedo adquiridos sobre los síntomas. Lo que la gente ordinaria llama enfermedades.
En esta danza frenética de conceptos hay un camino del medio...una especie de purgatorio personal o travesía del desierto adonde nos vemos nuestra ignorancia en medio de tantas teorías y pasamos por la poderosa DUDA.
El siguiente verso de un místico famoso nos muestra esto:
S. JUAN DE LA CRUZ:
Modo para venir al todo
Para venir a lo que no sabes,
has de ir por donde no sabes.
Para venir a lo que no gustas,
has de ir por donde no gustas.
Para venir a lo que no posees,
has de ir por donde no posees.
Para venir por donde no eres,
has de ir por donde no eres.
MACROBIOTICA: Nuestros enemigos son nuestros mejores amigos.
Confiar tranquilamente en que el cuerpo se sabe curar y autorregular sólo, está más al alcance de gente poco sofisticada y deformada por miles de anuncios y propagandas modernas que de gente que vive dependiendo ciegamente de tal o cual moda cultural cambiante y transitoria.
Estudiando, investigando y experimentando con ayuda de técnicas de autocontrol y desarrollo humano, como la macro, se va recuperando y desarrollando nuestra capacidad de Autosanación y autocontrol.
PARA NO PERDERSE EN
SINTOMAS:
PACIFICAR, DESBLOQUEAR,
VACIAR Y LLENAR.
PACIFICAR Y DESBLOQUEAR:
Cualquier miedo a sensaciones que aparecen tiene su casa en el elemento agua, en los riñones....
Para pacificar las acciones descontroladas producidas por el miedo hay que dar energía a los riñones y para ello lo mejor es tomar algo salado y Yang, como el Ume-Shio-Kuzu, Gomasio, Te de tres años con tamari y Ume… esto alcaliniza la sangre rápido, produce una fuerte concentración y lleva el descontrol emocional al plano físico….aparecerá dolor físico en algún lugar: usualmente en el vientre, riñones o zonas bajas.
Una vez empiezan a aparecer dolores ayudamos con desbloqueadores como las compresas de jengibre calientes en la zona de riñones e intestinos.
Esto ayudará a activar la circulación y activar la eliminación vaciando por el water los causantes de síntomas con lo que empezamos la fase de vaciado.
VACIADO Y LLENADO:
A medida que se produce el vaciado de tóxicos físicos y mentales se podrá integrar alimentos no tóxicos y conceptos sanos de la relación dependiente y la armonía de todos las cosas, tal como se enseña en macrobiótica.
En todo el proceso es imprescindible leer textos, escuchar conceptos de las Leyes del Cambio y la transmisión de confianza de practicantes expertos o maestros que han vencido al miedo ciego con la sabiduría que conoce la relación dependiente que penetra a fondo en las causas de cualquier fenómeno que aparezca.
Así nos vamos estabilizando en el camino del medio entre la fe ciega y las reacciones automáticas que vienen a ser también una fe ciega que pide ser destrozada por el llamado dolor.
No es nada fácil no perderse en síntomas, de hecho andamos perdidos casi siempre. Las grandes dificultades son grandes oportunidades de destrozar nuestras ilusiones y empezar cada instante con una mente joven y fresca. No todos los días tenemos esas oportunidades.
NOTA: Es raro hoy día que haya exceso de energía en riñones.
Los individuos que tienen estas características son normalmente soldados o guerrilleros u otra gente violenta, que comen mucha carne, hacen mucho deporte violento y tienen un miedo activo que hace disparar primero y luego preguntar.
Estos no suelen solicitar que se les pacifique ni que se les cambie la visión de lo que es el enemigo real y el enemigo inventado por el aferramiento a conceptos de los humanos, lo que solicitan es armamento poderoso para liquidar al enemigo externo. Así cada uno crea el enemigo en el otro. Lo único que se puede hacer en esos casos es dejar que se pase la batalla y resguardarnos de ella para estar en condiciones ayudar a los heridos de guerra una vez se acaba ésta
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