lunes, 25 de octubre de 2010

ENCUENTRO CON PHIYA KUSHI Y OTROS AMIGOS

El domingo, 24 de Octibre de 2010, tuvimos la fortuna de celebrar un feliz, amoroso e interesante encuentro, de esos que no se prevén ni se preparan, pero se desean y ocurren de vez en cuando.

Lugar: Centro Macrobiótico EdAna (de Eduard i Anna) en Pira (Tarragona).
Me reencontré con Anna y Eduard, a los que hacía unos 10 años que no veía. También con los amigos de Macrobiótica TV, Isabel, Aurora y Rafa, que sólo conocía por FB. Y como propiciador del encuentro, con Phiya Kushi, que sólo conocía por Internet (FB y otros). Habían algunos otros simpáticos amigos del centro.


Aparte de la alegría y cariño del ambiente, la rica cena en la gran cocina –comedor-estar, los moderados brindis, la música, fotos, risas, etc., que ya veréis en las fotos que compartirán Rafa y Aurora, quiero reseñar el aspecto que me pareció más interesante a mí (a los otros no sé).
Salió a colación el que Phyia se ha ido por tiempo indefinido a Alaska, a una comunidad macrobiótica que llevan 25 años investigando y desarrollando una nueva alternativa de vida en armonía con el medio ambiente, partiendo de los principios macrobióticos.
Phyia tiene claro de donde venimos y adonde vamos. Hablamos de lo que llama la Macrobiotica 2.0 y la M3 y la M4, una jerga familiar de Internet.
La M1 sería la de los primeros macrobióticos.. Osawa, Michio, René y otros maestros, investigadores y pensadores dedicados a concienciar y a la alternativa individual. La de la reeducación para que el individuo controle su salud individual y su vida.
La M2 sería la de las comunidades, la M3 la de redes de comunidades y la M4 la planetaria.

Si contamos desde Osawa, ya vamos por la cuarta generación de macrobióticos. Las últimas 2 generaciones ya han sido concebidas y han nacido macrobióticamente (Embarazo, parto y crianza natural, no-vacunas, no medicamentos o muy excepcionalmente, etc.).
Todas las generaciones tenemos problemas de adaptación al sistema antinaturaleza existente. Más bien, no deseamos adaptarnos de ningún modo a ser cada vez más máquinas manipuladas sin control. Tampoco lo deseamos para los demás ni para el medio ambiente. Deseamos vivir en paz y armonía con el medio ambiente y luego con los demás.

Phyia recuerda con sentido común que lo de Alaska no es algo perfecto ni extrapolable o “calcable” a cualquier sitio. Los macrobióticos que ya han aprendido saben que la naturaleza es muy diversa y hay que adaptarse a cada sitio, clima, cultura, etc., pero hay que recordarlo para los que todavía no saben o están aprendiendo las bases, pues tienen la tendencia a idealizar y copiar, y así no va la cosa.

La M2.0 ya funciona a nivel muy básico en España, con parejas o pequeños grupos, como EdAna, los de Luz de Vida, Natursoy, Vegetalia y algunos otros.

Los retos a superar.
La M1 supone un serio reto individual de cambio de estilo de vida y no solo de alimentación. Por ejemplo, para un practicante de M1 es mucho mejor ser un mendigo que trabajar “vendido” en una gran cantidad de actividades del mercado moderno que se consideran legales y honestas, pero el M1 ve que atacan y destruyen al medio ambiente, incluido la salud física y mental de los humanos. No es de extrañar que muchos se hagan consultores, terapeutas, profesores o se vayan al campo a intentar sobrevivir de la tierra directamente.
Siempre estamos en comunidad, sea en un pueblo, en la ciudad o en el campo. Ocasionalmente se está en solitario con la naturaleza y uno mismo, pero siempre toca regresar a relacionarnos con los demás, excepto cuando morimos.
Los retos, tanto para la M1, como para la M2 y siguientes, son los mismos que todo el mundo, los relacionados con la salud (libertad de ignorancia y dogmas), el dinero o modo de disponer de los medios necesarios para vivir (comida, vestido, casa..) y el amor o amistad (sexo, hijos, relaciones..) La diferencia está en la calidad y la forma o formas.

La M2.0 supone ir más allá de la salud y libertad individual. Supone desarrollar y poner de acuerdo a un grupo de gente macrobiótica en el que cada cual ya sabe controlarse y cuidarse a si mism@, y en el que cada cual es consciente de su responsabilidad medioambiental y social.
Pongo expresamente por delante la responsabilidad medioambiental que la social por señalar que el respeto y cuidado de la vida está antes que el invento del dinero o los deseos cambiantes y secundarios individuales, como “tener o hacer”...(un coche, pareja, hijos, más conocimientos, arte, cultura, viajar, bailar...) Primero es la salud y supervivencia de los individuos del grupo y ello depende de cosas más básicas, principalmente de una alimentación natural macrobiótica en vez de una alimentación tóxica consumista y de un entorno psicológico y emocional pacífico, alegre y con sentido común.

El Proyecto Aguinaliu coincide con este concepto de M2. Para que llegue a existir una M3 de comunidades y una M4 planetaria, hacen falta comunidades de gente valiente que superen la M1 y la M2. Cuando llamo Pueblo Piloto de Desarrollo Sostenible al PROA, quiero decir que no va a ser perfecto, como el de Alaska. Nunca los primeros salen muy bien. De hecho ya he pasado o visto otros intentos de comunidades con otros paraguas más o menos holístico y hay pocos que resisten o se desarrollan, pero los hay, aunque se desarrollen despacio y parece que no avanzan desde la perspectiva de la velocidad moderna de vida. Es un asunto de percepción del tiempo. Si la M1 ya es difícil para la mayoría, la M2 es mucho más difícil, pero no se puede renunciar a desarrollarla o no habrá futuro, ni ganas de que lo haya.

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