lunes, 11 de octubre de 2010

3 NIVELES DE MACROBIOTICA

La macrobiótica, como todas las demás filosofías, técnicas, métodos, ciencias, artes, objetos materiales,  y todo lo creado o formulado por los humanos, ha salido de la necesidad de solucionar problemas y sufrimientos.

En el nivel más básico es una especie de higiene de vida que da como resultado mejorar en el sufrimiento producido por problemas temporales o relativos de salud física, mental y emocional., tales como lo que la gente corriente llama enfermedades: físicas (cáncer, alergias, Alzheimer, insuficiencias de todo tipo, etc.), enfermedades mentales (Histerias, paranoias, esquizofrenia..) o enfermedades emocionales y espirituales (odios, adicciones o apegos, envidias, perezas..)

El entrenamiento y estudio del nivel básico ayuda a concentrar o acumular energía, ki, virtud, potencial, confianza instintiva, salud, poder... o como lo queramos llamar. Unas pocas  personas no se dispersan de nuevo por un fuerte miedo a volver a al descontrol de dejarse llevar por la inercia, volver a sufrir mucho... Ese miedo impulsa la motivación del nivel medio: La Liberación o Nirvana. Saber por uno mismo como funciona todo y no porque lo diga la macrobiótica, tal o cual maestro, filosofía, psicología, etc. Librarse de depender de otros.
A base de mucha disciplina, concentración, estudio, esfuerzo, y más o menos tiempo, según la capacidad de cada cual, se llega a eso... al Nirvana, a conocernos a nosotros mismos, nuestras limitaciones y potenciales, como nos relacionamos con todo y como todo se interrelaciona, etc.
Al llegar a esta experiencia o realización se deja de ver la enfermedad como la gente corriente, algo malo que atacar o destruir. Se ve como un efecto de causas negativas y a la vez como un recurso de nuestra naturaleza para seguir existiendo. Por eso, muchos de los que han pasado por la experiencia del cáncer u otra amenaza grave luego lo agradecen, pues les ha llevado a cambiar su visión de la vida sin buscarlo, sin necesidad de irse a un monasterio al Himalaya o a cualquier otro sitio en busca de iluminaciones o liberaciones. Esto es más propio de los aficionados a la mariguana... Yo no digo que esté mal ni bien.
Alguien que ha llegado a este nivel de realización ya es un maestro, aunque sólo lo sea de si mismo inicialmente. Por otro lado quedan todavía cosas que superar, como el orgullo, el egoísmo y el miedo, cosas que no pegan con el excesivo control, disciplina y mirarse el ombligo. Luego, de nuevo hay que soltarse, relajarse, dispersarse.. Yin..,  volver al mundo y sus cosas cotidianas... Dinero, amor, salud...

Una vez superado los niveles anteriores se empieza un largo y extenso viaje en el nivel 3, en el mundo externo al individuo. La motivación es alcanzar un desarrollo máximo para ayudar a los demás como sea... fregando platos, dando clases, siendo mendigo o rey.. da igual, lo importante es ayudar a aliviar sufrimientos y hacer que todos dejemos de producirlos.
Al principio seguimos con el lastre del miedo, orgullo y egoísmo, pero conscientes de ello. Se trata de aceptarlo e irlo superando a base de paciencia y agradecimiento a los problemas, críticas, enemigos, etc. al igual que a los amigos, placeres y alabanzas. Se dejan de perseguir o huir de estas cosas.. más o menos dinero, mejor o peor fama, etc., Se agradece todo pues todo sirve para nuestro propio desarrollo. Así nunca se puede ser desgraciado y siempre se es feliz.

El orgullo se va puliendo a base de meternos en problemas complicados que no sabemos resolver... todavía.. siempre con la intención de ayudar a eliminar sufrimientos. El vernos en fuertes apuros, reconocer nuestro límite y buscar ayuda para superarlo, aunque sea de otra escuela, religión, filosofía, etc.,  ayuda a ser más humilde.
El miedo a pifiarla se va superando a base de ir desarrollando habilidad y experiencia, la sabiduría de saber manejarnos en cada vez más situaciones difíciles relacionadas con los problemas de los demás, sus apegos, odios, ignorancia, engaños, ilusiones... hay que cuidar las formas, sobre todo el habla. A los principiantes apurados les irá bien unas instrucciones sencillas y tipo dogmático inicialmente y a uno que ya lleva un tiempo le irá bien algún  corte seco para que espabile y estudie por si mismo en vez de estar preguntando en cada momento. La dureza o flexibilidad no está en lo que se dice o en la forma, si no en la intención. Cuando oímos algo que nos suena duro o bobo, hemos de ver la intención, el contexto, a quien va dirigido, etc.

El egoísmo se va superando con el desapego de los resultados de lo que hemos hecho. Si se pierde da igual, de todos modos se ha hecho para los demás. Si no dura mucho o no gusta algo que hemos hecho, por ejemplo una comida muy sana, es que no ha valido mucho y toca empezar de nuevo con más acierto, en vez de sentirse frustrado o humillado, que son cosas del apego al yo y su fama. En vez de esperar reconocimiento por nuestra “magnífica comida” y no ponerse en el lugar del otro antes de cocinar algo para él se ha de desarrollar la habilidad de ponerse en el otro, en lo que siente el otro.. y hacer la comida no solo para la salud, si no también para el placer del otro. Igual pasa con escribir, charlar, sexo, danza, trabajo en equipo, política, filosofía, etc. ... Hay técnicas para desarrollar este tipo de compasión (de com-partir o sentir lo mismo que el otro), pero no toca escribir de ello.


RESUMEN:
Cuando habla de macrobiótica alguien del nivel básico suele hablar de dieta, nutrición, tóxicos, etc.
Cuando habla uno del nivel medio, aunque hable de dieta, habla de evitar causas nocivas y desarrollar efectos positivos encaminados a que cada cual se llegue a valer por si mismo y no tienda a ser presa del negocio de la enfermedad y agresión a la naturaleza.
Cuando habla uno del nivel 3 (dentro hay muchos otros niveles de menos a más sabios), quizá hable de dieta, o de psicología, o de filosofía, o de arte.... cualquier cosa o método que ayude a los demás a mejorar y superar su sufrimiento. Si se ha formado en la escuela macrobiótica aplicará Yin-Yang a lo que habla, aunque quizá no use las palabras Yin-Yang si percibe que el que escucha se va a confundir.. quizá no hable nada.. sólo le de la mano, o lo mire o le sonría.o le cante una canción o le baile una danza o... Todo eso es también macrobiótica, aunque algunas cosas no estén en los libros de Osawa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario