lunes, 10 de octubre de 2011

Qué hace falta para hacer una comunidad macrobiótica estable?

Proyecto Aguinaliu –PROA-
Que hace falta para hacer una comunidad macrobiótica estable?

1.- Librarse de ilusiones.
Ser macrobiótico no significa ser más listo, más importante, más guapo, más fuerte… que ser otra cosa, ser otra etiqueta. Esas cosas dependen de la perspectiva personal y es una mera ilusión, un engaño si nos creemos que nuestra perspectiva es una realidad estable y que no cambia ni depende de otras cosas, otros factores y condiciones.
Esta mente o estado de no-engaño o no-ilusión no es un descubrimiento macrobiótico. Ya hace muchos siglos que se descubrió y de ello hablan la sabiduría de las distintas tradiciones, como las diversas escuelas del budismo, del taoísmo o del hinduismo. No tanto las tradiciones teístas, que no se han interesado demasiado por liberarse de ilusiones y se han dedicado mucho más a hacer guerras por tener razón o que ganara su dios.
En occidente… la cultura europea formada a base de una sucesión de siglos de continuas guerras, se llegó socialmente al mecanicismo (Descartes) y al existencialismo, con los testimonios de Nietzsche, J.P. Sarte, A. Camus… Un estado de desengaño total en el que murió del todo el aferramiento el sentido de “lo sagrado”.. Dios, patria, familia y otros inventos usados por el aferramiento y tozudez espiritual, por el miedo a “no ser nada”, a estar “colgado”, sin un sentido fijo y estable en esta vida.
El problema que hace sufrir... que es sufrimiento en si mismo, es ese miedo a “no ser”. La muerte o desaparición de todas las ilusiones, en si misma, no significa ser feliz, tener satisfacción, etc., Significa cierta paz… reconocer que somos unos esclavos del Orden del Universo, de la Ley Natural, de que “es lo que hay”. Si nos enteramos y nos enfada ser unos esclavos del Orden del Universo y buscamos trucos para “ser libres de esa esclavitud”, sólo estaremos aumentando el sufrimiento y el dolor en nuestras vidas y en este planeta jugando a ser dioses. Es el alto precio del egoísmo.
No se puede hacer una comunidad macrobiótica con individuos muy egoístas. Hay que aprender a amar y sentir placer en el hecho de ser unos “pringados” esclavos del Orden del Universo. Hay que aprender a ser humildes, asunto nada fácil, pues para llegar a ser humilde conscientemente hay que haber sido antes arrogante y egoísta, y ser también consciente de ello.
Alguna escuela Zen decía que los “egos” se van puliendo como se limpian las patatas de tierra (para los macrobióticos lo cambiaré por zanahorias). Se meten en un bidón, se remueven y restriegan unas con otras y eso las va limpiando a todas. Para hacer una comunidad macrobiótica hace falta unos cuantos macrobióticos bien arrogantes y egoístas, pero no destructivos, que tengan sus propios criterios y estén dispuestos a debatir y discutir hasta que aparezca la forma suave que permita que todos se froten suavemente, sin asperezas, fluyendo placenteramente (Frotarse suavemente e integralmente.. mental, espiritual y físico). Un grupo de macrobióticos es un grupo de personas con una mentalidad universal, más allá del origen cultural, el idioma, la edad, el sexo, la raza… de cada individuo. Hacer que se froten tantas diferencias y que llegue a fluir suavemente es un asunto de años, de paciencia, de constancia, de esfuerzo… Para resistirlo hace falta:

2.- Intuir el sentido último, el mito que da sentido y pone orden en una comunidad macrobiótica.
El paraíso, el amor, la salud, la justicia, el equilibrio, la libertad, la iluminación, la paz… todos estos mitos se han de reunir en uno que contenga a los demás, que vaya más allá de ellos. Tampoco eso sería un invento o descubrimiento de los macrobióticos. Por ejemplo, el Sutra del Corazón de los budistas Mahayana ya lo expresó hace siglos  de modo insuperable. “Om gate gate, paragate…” … “Id más allá, más allá del más allá….” .
Los aspirantes a una comunidad macrobiótica han de ver “de dónde venimos” para ver adonde vamos. La macrobiótica, como escuela o filosofía moderna, no tiene más de 75 años... Nada, comparado con siglos de otras escuelas, filosofías, tradiciones, religiones… que nos han traspasado los mitos o diversas interpretaciones del sentido de la vida. Quizá la diferencia es que estamos en un mundo global y la macrobiótica ha de buscar ser una forma global, que valga igual en China, en África, Europa, en Siberia o en cualquier sitio del planeta. Sin cuerpo no hay ego, o persona o pertenencia a un grupo o comunidad. Sin forma no hay mito que valga. Sin lados no hay centro. Sin Yin no hay Yang.
Una comunidad macrobiótica necesita que uno o algunos miembros tengan, cuiden y mantengan el sentido del mito para que se mantengan la forma en constante evolución y cambio.

3.- La forma
La forma de una comunidad macrobiótica depende del mito, el lugar, el clima, los integrantes del grupo. Será distinta en todos los casos. En una ciudad, en el campo de Europa, en un pueblo de África, en los Andes americanos. Lo único que tendríamos en común con otras comunidades macrobióticas es el sentido o espíritu global y la filosofía básica de la Macrobiótica 1.0. (La de Osawa y la ampliación con la generación de sus discípulos) A partir de ello habría que construir a base años y quizá de generaciones, la Macrobiótica 3.0., compartiendo experiencia y habilidades entre varias comunidades, pero primero hay que hacer unas cuantas aquí y allá, y que estén en contacto, además de con los macrobióticos "sueltos" que circular por el mundo.
Para tener la habilidad de crear “la forma” se han de conocer otras formas de referencia, como las tradiciones y filosofías de nuestros antepasados, incluidas las fuentes de la Macrobiótica 1.0, y también lo moderno. Como no hay nadie que lo conozca todo nos necesitamos unos a otros.

Lo dejo aquí pues el tema da para hacer un libro extenso.



2 comentarios:

  1. Hola José!!! Como estás?? Me encantan sus textos!!

    Creo que en los tiempos de hoy, tenemos que hacer fuerta la comunidad virtual, pues esa nos pirmite conocer gente de todo el mundo, haciendo intercambios y al mismo tiempo sin cambiar rutinas de vida... Por exemplo, yo tengo mis estudios y trabalhos donde vivo, pero me fortalece mucho saber que hay tanta gente macrobiotica en el mundo para cambiar ideas... Siempre que posible, frecuentar encuentros y ampliar la red personal de conocimientos (el año pasado estubo en Kushi Institute, ese año en Escuela Musso del professor Kikuchi en São Paulo...) El proximo año me encantaria irme o al crucero o al Summer Conference. De esta forma, fortaleço mis crenças, pero vuelvo para actuar en mi comunidad. Creo que hacemos mas diferencia sendo personas influenciadoras en medio a otras personas no macrobioticas que se estubiermos juntos todo el tiempo... Todo es un trabajo diario. Tampoco quiero mudar al mundo, pero para mi, me alegra hablar con gente distintas y cambiar todos los tipos de idea sobre cualidad de vida y salud!! =)

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  2. Si, estimada Camila. Lo de hacer comunidades macrobióticas no es para todo el mundo, se sienta o no macrobiótico. También hace falta lo que tu eliges (Yo lo he hecho por más de 30 años) y otras muchas opciones más.
    El caso es que hay algunos a los que les/nos gustaría esta aventura creativa para renovarse a si mismo y aportar al mundo algo nuevo, fresco y renovador. otros lo podrían disfrutar ocasionalmente, de visita o de segunda residencia.
    Yo y mis circunstancias hacen que prefiera hacer algo así a montar algo en una ciudad. Con Internet se está conectado igualmente, con facilidad, a todo el mundo y con toda la comunidad macrobiótica mundial, se viva en la ciudad o en un pueblo macrobiótico.

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