jueves, 22 de julio de 2010

MACROBIOTICA Y BUDISMO -MAHAYANA Y HINAYANA-

La tradición Budista Mahayana (Gran Vehículo) enseña como algo superior a todo la motivación de la Bodhichitta, la mente compasiva de un Buda, la Gran Compasión. Nadie puede estar libre de sufrimiento hasta que todos los seres dejen de sufrir.

El Budismo Hinayana enseña como superior el Nirvana, la sabiduría que comprende la relación dependiente de todo, la Paz de comprender que lo que nos pasa solo es consecuencia de lo que hacemos con nuestra mente, nuestro cuerpo, el habla, la comida, etc.

Los que han conseguido las realizaciones anteriores se consideran seres nobles, sabios y compasivos. Los demás van a ellos o se los cruzan en su vida y siempre reciben ayuda, claridad, salud, sabiduría, etc. Nada malo. Solo cosas positivas en la medida en que estén abiertos a recibir.

La macrobiótica también tiene dos niveles, uno Hinayana o vehículo de liberación individual y otro Mahayana o vehículo grande, colectivo, de liberación global.
Para subir al segundo hay que pasar primero por el individual, pero la motivación puede ser ya la grande desde el principio, conviene que sea así. En realidad no puede ser de otro modo ya que lo que hacemos a escala individual, sea con actitud egoista o altruista, afectará inevitablemente a los y a lo demás. Igualmente los demás y lo demás nos afecta a cada uno de nosotros inevitablemente. El "Yo" no existe sin el "tu", el ello, ellos, nosotros, etc.

El que va a la macrobiótica a librarse de algo que le asusta o le duele y que no se soluciona con guerras medicamentosas o amputaciones, podrá recibir ayuda hasta eso... Hasta mejorar sus síntomas o su condición física y mental. Normalmente no va más allá, a comprender y aprender y sigue muy dependiente de consignas ajenas sin saber por si mismo como funciona. La gente que hace esto hace el nivel más bajo de macrobiótica, como una terapia alternativa, pero se que da en la superficie y acaba teniendo y pasando a otros una visión "Micribiótica" en vez de macro.. igual pasa con los principiantes de yoga, de meditación y otras escuelas o métodos de desarrollo humano.

El que va a la macrobiótica a librarse de la ignorancia para no depender nunca más de nadie y ser el dueño de su salud y su vida, podrá encontrar eso... Con disciplina,estudio y esfuerzo, eso sí.
Algunos necesitan más y otros menos, según los problemas que tenga. A más grande la cruz, más grande la cara. Cuanto más dificil sea una situación más poder, habilidad y sabiduría se desarrolla al solucionarlo algo por uno mismo. El que llega hasta el fin pasa una frontera sin regreso, como el que ha aprendido a multiplicar o a leer y escribir, que no puede dejar de saber leer o multiplicar, aunque no lea ni multiplique nunca más.

El que va a la macrobiótica a librase de la ignorancia y sus consecuencias, tanto para si mismo, como para sus hijos, familiares, vecinos.., y en última instancia, para todos los seres que sufren; pasará por la disciplina anterior y luego por el arte en cualquier cosa, incluso en volver a tener síntomas de enfermedades que espantan a la gente corriente y estar tranquilo con esos síntomas para tranquilizar a los demás. Sabe que no son ningún problema, si no sólo un efecto que está equilibrando unas causas.

Jesús decía “amad al enemigo también”.
La gente corriente creyente se lo toma como una consigna a seguir porque lo decía Jesús. Pues entonces, para los que sean cristianos, amad a los síntomas de enfermedad y no los matéis a amputaciones ni con guerras químicas.
Observad la sabiduría a la que llevan esos efectos de causas que llaman enfermedades. Dejaréis de asustar a los jóvenes y de adoctrinar en la guerra al orden natural o Leyes de la Naturaleza o del Universo. Dejaréis de transmitir miedo, dolor y sufrimiento.

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