LECHE HUMANA Y LECHE DE VACA

Para poder asegurar nuestra salud y el máximo desarrollo, la proporción de proteína a carbohidratos de nuestra dieta debería ser de aproximadamente de 1 a 7. En casos normales, el cuerpo acaba utilizando la grasa para energía, al igual que los carbohidratos y en el análisis que hacemos se los añadimos a éstos.
En la leche humana la proporción es la siguiente:
Proteína en 100 Grs. = 1,5
Grasa + H.C. “= 4,0+6,0=10
La proporción es de 1 de proteína por 7 de H. C. + grasa.

En la leche de vaca es:
Proteína en 100 Grs. = 3,8
Grasa + C.H. =4,0+4,5= 8,5
La proporción es de 2 de proteína por 5 de grasa + C. H.

Como vemos en la figura 1 las proporciones del cuerpo humano refleja la mismas proporción de 1 a 7 que la leche humana, mientras que el cuerpo de una vaca refleja la proporción de 2 a 5 como su leche.
Como nuestro desarrollo físico está condicionado por la alimentación, el bebé alimentado con leche de vaca tiende a desarrollar una estructura ósea y corporal grande, similar al de una vaca, mientras que el desarrollo mental, que también está condicionado por la alimentación, tiende a entorpecerse y a perder sensibilidad. La leche de cabra tampoco es adecuada para el consumo humano.
La leche materna no debe ser sustituida sino es en casos extremos de peligro de muerte para el bebé. Tampoco en caso de cáncer de mama. En ese caso será beneficioso para sanar el cáncer